viernes, 21 de agosto de 2015

Orquesta La Mulenze & Pedro Brull




Orquesta La Mulenze & Pedro Brull


Orquesta Mulenze
La orquesta Mulenze surge en el año 1976, por la motivación de Edwin Morales en ese entonces un joven roquero que decide cambiar su guitarra por un bajo y formar la orquesta YAMBO sirviendo muchas veces como acompañantes de artistas como HECTOR LAVOE, CELIA CRUZ, CHEO FELICIANO, ISMAEL MIRANDA entre otros, que llegaban sin orquesta a Puerto Rico; luego se identificaría y la conoceríamos adoptando el nombre de MULENZE
.
La orquesta inicia en una época donde la salsa era un boom, y tuvo la fortuna de contar con músicos, compositores y cantantes de gran talla que son reconocidos actualmente; entre ellos podemos mencionar a CANO ESTREMERA (El albino de la Salsa) quien después ingresaría como vocalista a la banda del BOBBY VALENTIN; en los coros el cantautor PEDRO ARROYO quien ha aportado varias de sus composiciones a la MULENZE, en el piano ANDY GUZMAN y ERIC FIGUEROA, este ultimo uno de los influyentes en el estilo que adoptaría la orquesta practicando un ritmo algo sofisticado y un poco revolucionario para el público que sigue la música popular; MULENZE fue una de las primeras orquestas en usar sintetizadores dentro de la salsa, trabajando rítmicamente fuera del beat en el que se establece el patrón de la clave, dándole unas variantes de jazz a su música; fue una innovación que no fue muy aceptada por los grupos que ya estaban establecidos en ese tiempo, aun que más adelante esto le daría respeto y una identidad propia a la orquesta con sus geniales arreglos.

Uno de los cantantes más representativos de la MULENZE fue PEDRO BRULL (El peso completo de la Salsa), inmenso vocalista quien duraría con la orquesta aproximadamente 24 años, el cual fue descubierto por EDWIN MORALES en la placidez de la VEGA BAJA; quien ahora debuta como solista bajo la batuta y el sello discográfico del gran GILBERTO SANTA ROSA; en el trabajo discográfico de la MULENZE (LP OTRA VEZ) PEDRO BRULL, comparte el canto con KENNY CRUZ quien luego interpretaría temas como “Con pocas palabras basta” y “En amores todo pasa”, cantante con un timbre de voz muy parecida a la de Pedrito; mas adelante en su cuarto LP la orquesta ingresa al sello BRONCO, donde se estrenaría en la orquesta un nuevo cantante RAFAEL “RAFFI” ANDINO quien interpreta temas como “antifaz” y “Por eso” (Producción TE DAMOS LAS GRACIAS) . En los metales la MULENZE contaría con CUTO SOTO y RAFFY TORRES y en la percusión con PEDRO MORENO, CARLOS SIERRA, EDWIN BLASINI y CHANGO MARTINEZ.


PEDRO BRULL
Con brillo propio

Por Sergio Burstein

Que conocido durante veinticuatro años como el vocalista principal de la Orquesta Mulenze, un conjunto musical puertorriqueño que, en desmedro de sus destacadas dotes artísticas, no alcanzó la popularidad obtenida por otros grupos. Y es que la Mulenze, a pesar de tener siempre canciones bailables en su repertorio, practicaba un estilo demasiado sotisticado para el gran público que sigue la música popular.

Pero la hora del desquite parece estar a punto de llegar para el bonachón cantante, quien acaba de iniciar una carrera solista bajo la batuta del gran Gilberto Santa Rosa, el mismo que produjo y lanzó a través de su nuevo sello el primer disco solista de Brull, acertadamente titulado Pronósticos. Es con este amplio recorrido de vida que el simpático sonero llega a Los Angeles para presentarse en el Florentine Gardens de El Monte, y lo que sigue es una entrevista otorgada en exclusiva por el mismo artista a nuestra revista, directamente desde la Isla del Encanto.

¿Cuáles fueron sus razones para dejar la Mulenze?
Llega un punto en el que cada cantante desea ser solista. Además, la Mulenze siempre hizo cosas increíbles, con álbum nuevo o sin él; pero hacía más de cinco años que no grabábamos nada. Todo se había estancado, y yo ya tenía el deseo de hacer lo mío. No hubo nada personal en mi decisión, porque Edwin Morales [director del conjunto] es mi compadre, y considero a cada uno de los integrantes de la orquesta como parte de mi familia.

De todos modos, para ellos fue un poco difícil aceptar el cambio, porque se trata de una orquesta en la que los músicos se han mantenido estables por muchos años; los que están actualmente tienen más de 16 años con ella, y lo hacen por la proyección musical que se les brinda. La Mulenze sigue, porque el único que se salió fui yo; y tienen ahora a un cantante talentosísimo que se llama Juan García.

¿Por qué no ha logrado lanzar discos la Mulenze en los últimos años?
Originalmente grabábamos por nuestra cuenta y le dábamos el disco a una compañía para que lo difundiera, pero a poco a poco se fue haciendo más difícil trabajar de ese modo. Tuvo que ver en esto el hecho de que manejábamos conceptos que fueron quizás un poquito revolucionario, porque fuimos los primeros en usar sintetizadores dentro de la salsa, por ejemplo, y trabajábamos rítmicamente fuera del beat en el que se establece el patrón de la clave. Fue una innovación que no fue muy bien aceptada por los grupos que estaban establecidos, aunque nos dio respeto y una identidad propia. Nunca perdimos de vista al bailador, aunque quisimos darle unas variantes de jazz a todo aquel que le gustara la música.

Antes de la Mulenze, Ud. ya había estado en varias orquestas, o sea que tuvo la oportunidad de educarse mucho vocalmente.
Sí, todo eso sirve como escuela. Empecé en los 70s cantando en orquestas que tocaban dentro del área de Vega Baja, mi pueblo natal. En el 79 tuve la oportunidad de trabajar con el maestro Bobby Valentín, y fue entonces que conocí a la Mulenze, porque ellos estaban grabando en su estudio. Ese mismo año grabé con la orquesta, y al siguiente empezamos a trabajar juntos, lo que se prolongó hasta el 2004. Creo que grabé con ellos unos quince o dieciseis discos, además de hacerlo con Don Perignon y en otros trabajos que reunían a varios cantantes, y que me sirvieron para poder difundirme a nivel internacional.

En una época, la Mulenze tuvo sólo dos cantantes, pero a partir de los 90 ya tenía a tres;
¿le molestó de algún modo tener esa competencia?
No, porque eso nos permitió tener tres estilos vocales distintos, dándole una mayor variedad al público para que se deleitara. Los que llegaron a La Mulenze a partir del año 80 lo hicieron para enriquecer a la orquesta con tendencias nuevas que nos brindaron una variación dentro del género que estábamos proyectando.

¿Cree que ha quedado algo de la Mulenze en el plano instrumental dentro de su disco solista?
No; esto es completamente diferente, sin que eso signifique que haya cambiado de género musical. Me he puesto incluso a cantar en tonos más altos, para darle otro color a mi música y hacer justamente que lo mío sea diferente a lo de la Mulenze, que tiene un sonido distintivo que no quiero copiar, aunque fui parte de él.

Ahora tiene una flauta y un cuatro que no existían en la Mulenze, ¿verdad?
Esas son creaciones del maestro José Lugo [productor musical del trabajo], quien también trabaja en los discos de Gilberto Santa Rosa y Víctor Manuelle, entre otros. Estoy trabajando con el mismo formato en vivo, donde he adaptado los temas de la Mulenze al concepto que tengo ahora. Es por eso que quienes vayan a verme cantar podrán escuchar temas clásicos como No hay manera Filomena, Al pasar los años, Mi negrita, Anoche aprendí y Con pocas palabras basta. Se trata de algo que siempre va a estar presente en mis shows, porque pasé con esa orquesta una gran parte de mi vida.

Si no ha mantenido el estilo musical de la Mulenze, como Ud. afirma, sí se puede decir que le ha quedado su sentido del humor, porque el disco nuevo tiene por ejemplo un corte que se llama Así gordito me quieren, donde hace un dúo con Tito Nieves, ¿sí?
Me gusta esa picardía que se utilizaba antes en los discos, y creo que ha funcionado muy bien con el público actual, porque ésa canción está como número 1 en Puerto Rico. Va a ser difícil cantarla juntos en un escenario, pero es algo que queremos hacer de todos modos. Hace dos años, cuando Tito se encontraba grabando el disco que le dedicó a su hijo, me enteré de que el estudio donde lo estaba haciendo quedaba cerquita de mi casa; y cuando fui a verlo, me dijo que lo ayudara a hacer unos soneos, porque él estaba muy cansado, ya que había grabado el disco en un solo día.

Lo hice, y al final me dijo que me iba a regalar un tema que no iba a grabar; lo escuché y le propuse que lo hiciéramos juntos, pero él me dijo que me consiguiera otro que fuera alusivo a nosotros. Fue así que llegó la idea del Sr. Lenny Prieto, pianista de Gilberto Santa Rosa, que escribió esta canción con los arreglos de Lugo. Fue muy interesante, porque no me dijeron nada; pero cuando la escuché, me encantó de primera intención. La buena suerte hizo que Tito estuviera justo en Puerto Rico; nos reunimos en el estudio, y aquella fue una tarde de comida, alegría y buena música [risas].

Hay gente que cree que ‘sonear’ es lo mismo que ‘cantar salsa’, cuando no cualquiera puede hacerlo; pero Ud. es todo un experto en el rubro.
¿Cómo lo consiguió?
El verdadero sonero es el que tiene la posibilidad de improvisar en el acto y de rimar las estrofas de distintos modos, dependiendo de la temática o del coro de cada canción. Yo creo que es algo que puedes desarrollar escuchando a otros o leyendo hasta el periódico, para documentarte y enriquecer tu vocabulario, de tal modo que puedas meterte en la dinámica. Es bien interesante, porque para nosotros los latinos, esto viene de los españoles y su concepto de las décimas.

Algunos reggaetoneros juran que son buenos en la improvisación, pero en vivo demuestran lo contrario. Sin embargo, hay ‘salseros’ que han grabado con artistas de ese género, como el mismo Tito Nieves. ¿Ud. lo haría?
Sí, porque hay que estar a la par con los tiempos, como decía doña Celia Cruz. No hay que cerrar los ojos al hecho de que siempre se han dado cambios dentro de la música. De hecho, esto del reggaetón viene de los 70s; uno de los primeros que lo hizo fue Tito Allen, como producto de la fusión entre su cultura de origen y la de Estados Unidos, donde vivía. Han habido cosas como el boogaloo, el jala jala y la charanga que han aparecido en el camino y que no se pueden ignorar. La variedad es positiva; hubo un tiempo que acá en Puerto Rico los artistas hacían de todo, cuando ahora los que hacen salsa se especializan en salsa, los que hacen merengue se especializan en merengue y los que hacen reggaetón se especializan en reggaetón. Pero lo bueno es que existe de todos modos un mercado en el que tienes la oportunidad de hacer cualquier tipo de ritmo que quieras.

Hablando de eso, su nuevo disco incluye un bolero, Señora tristeza…
Eso fue muy interesante. Me encontré en la calle con un señor que me dijo que su hijo cantaba y componía, y que quería que lo conociera. Fue así que me enteré de la existencia de Jorge Báez, un muchacho que tiene un talento increíble y que me dio esta canción suya, que a Gilberto le encantó, y que me ha dado la oportunidad de volver a grabar un bolero tras muchísimos años, porque no lo había hecho desde el primer disco con la Mulenze.